Suavemente con el dulce tacto del sabor, recorrió todo su cuerpo hasta estallar en un arcoiris de emociones, sus manos apretaron el cristal sin romperlo y las sabanas, como cielo ardiente, decoraban el paisaje de tulipanes Azules.
Sostuvo al placer jugando a no ser, quieto, sin moverse... el hada acarició los bordes de la noche perversa en una mañana abundante de colores.
El tiempo se detuvo invisible, nacieron en un nuevo paraíso, se amaron en otro estado, en otro mundo, donde las tristezas hacen el equilibrio, y el paradero de llegada es donde se esconde la vida, el momento crucial...
El ahora eterno en el cuenco de sus ojos.
Derribaron el mural "fantasía" haciendo realidades las certezas de la imaginación
.<=J.
